viernes, 16 de agosto de 2013

Guatemágica Parte I -Antigua, "la más linda de las Indias"

Amigos,

Hoy quiero contarles otro de los viajes que tuve la oportunidad de hacer en mi recorrido por Centroamérica, una experiencia para la que las palabras se quedan cortas. Sin embargo lo intentaré, lo único que les pido es su aceptación a mis gustos musicales. Hace poco más de medio año pude visitar la tierra natal de un hombre que lleva inspirándome desde la primera vez que escuché "Te Conozco"... Amigos esta es la historia de la primera vez que visité la cuna de los Mayas.

Y como si estuviera planeado por esos caprichos del destino, como si la vida misma fuera una película que necesita banda sonora, o por esas casualidades que no son más que Dios haciéndote una caricia, justo cuando se abre ante mis ojos el enorme rótulo que dice: "Bienvenidos a Guatemala" se escuchó en la emisora una melodía que, por supuesto, me sé de memoria "Turururun tuururun tun el reloj de pared anunciando las 6:23" y le agradecí a Dios, a los Mayas y a Édgar Ricardo Arjona porque esa fue la forma como me recibió, por primera vez Guatemala.


Cuando un viaje empieza de esa manera sabes que nada puede ir mal, simplemente te aferras a cualquier cosa que te pueda mantener consciente de que todo es real y tratas de que tu respiración no te delate. Yo sin embargo estaba hiperventilando, con las manos fijas en el asiento del bus y casi con lágrimas en los ojos, como quien llega después de un largo viaje a su hogar, como quien sabe que algo maravilloso está por suceder, como cuando se te cumple un sueño.

Después de esperar a que los trámites migratorios estuvieran listos (Y digo esperar porque Pullmantur se hace cargo de todo) el bus se puso en marcha y nos dirigimos en total calma pero a buen ritmo hacia Ciudad de Guatemala. Aproximadamente a las12:00 m llegué al hotel donde me estaba esperando JES una persona que se ha quedado inevitablemente en mi corazón, alguien que conocí en Costa Rica y que en ambos países me abrió las puertas de su casa, uno de esos amigos que como lo he dicho en antiguas entradas solo te puede dar el viaje. Luego de un abrazo tan sincero que me sorprendí y de intercambiar algunas palabras fuimos a dejar mi equipaje y a empezar de una vez con lo que Guatemala me tenía preparado.

Antigua: Al iniciar el 2012 no habría imaginado ni en mis mejores sueños que en menos de 12 meses estaría caminando por las calles de una ciudad que tenía en mi cabeza desde hace varios años. Lo que tampoco me esperaba era que Antigua fuera, efectivamente, tan antigua. A decir verdad muchas veces las agencias de viajes exageran con la belleza de los sitios que promocionan. Señores: Este no es el caso. Es imposible describir cuanta belleza y color están tan estéticamente dispuestos en esta ciudad.

Esta vez sin guía turístico certificado sino por cuenta del empírico conocimiento de mi amigo me dispuse a caminar por las calles de La muy Noble y muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Goathemala. No habían pasado dos minutos y ya este débil corazón estaba perdidamente enamorado. Enamorado del aire colonial, de las casitas coloridas, de las callecitas adoquinadas, de los picos de los imponentes volcanes que se ven tan cerca. Si uno se concentra todavía puede sentir en su cabeza el seseo español retumbando.
En Antigua los vulgares postes de otras ciudades han sido remplazados por hermosos faroles que derraman su luz sobre calles y peatones, casi en todas las casas puede uno presumir la existencia de un jardín por los árboles florecidos que se asoman por encima de las paredes, las puertas son portones antiguos de madera con sus respectivas aldabas de metal y los techos casi en su totalidad son de tejas, dándole a todo un aire tan colonial que sientes que lo único que no encaja en el lugar eres tú con tu cámara digital en la mano y tu celular en el bolsillo. Incluso las señales de tránsito son diferentes, están tan estéticamente diseñadas que en lugar de 'PARE' deberían decir 'DETÉNGASE'. Lamentablemente en Antigua solo pude estar esa tarde ya que tenía previsto en los próximos 3 días tomar un bus hacia Honduras (eso también es otra historia). Así que a la velocidad de la luz hicimos el recorrido por los principales atractivos. Ahora me pregunto cómo es que me tomé tan pocas fotos en Antigua pero bueno ya habrá tiempo de volver.

JES me hizo un tour por las principales calles, por la plaza, el pequeño mercadito artesanal y me invitó muy cerca del Arco de Santa Catalina a una Cabro michelada en un pequeño bar decorado con fotos de Frida Khalo y Rigoberta Menchú por todas partes, por cierto es una de las mejores cervezas latinas que he probado. Continuamos a pie la caminata y llegamos a un hotel boutique construido entre las ruinas de un antiguo monasterio. El sitio era de no creer, todo lleno de fuentes (en Antigua hasta el sonido del agua es diferente), enormes jardines con Guacamayas paseando libremente entre los árboles, todo un laberinto de excavaciones que por lo que vi aún están inconclusas, paredes en donde el paso del tiempo es evidente, perfectamente fusionadas con ambientes mucho más modernos. 
Siguiendo la línea de lo que les contaba de Granada y León (ver entradas Nicaragua tan violentamente dulce entregas I y III) Antigua es un lugar que no solo permite sino que obliga a conservar el momento en que quedó detenida en el tiempo. Ni siquiera los grandes monstruos comerciales han podido establecerse sin caer de rodillas ante el pasado y seducido por la historia pero más bien para no desencajar hasta McDonald’s parece de otra época, no podía creer cuando vi a Ronald sentado en una banquita de madera oscura, atrapado entre jardines, contemplando una rústica fuente de agua. 
Finalmente fuimos a almorzar (4:00 p.m.) a un restaurante italiano en la mitad de Guatemala cuyo ambiente y comida eran insuperables, pero para variar la memoria me falla y no recuerdo el plato que pedí. De esta manera me despedí de Antigua, toda luces y faroles, toda bailes y marimbas en las esquinas, toda llena de colores, campanas y volcanes, llena de mujeres con sus vestidos indígenas, una amalgama de culturas: igual ves el catolicismo más puro materializado en las iglesias, igual ves rostros de dioses indígenas tallados en piedra. No se equivocaron los españoles al decir que era la ciudad más linda de las Indias ni la UNESCO en ratificarlo al nombrarla patrimonio de la humanidad. Esa es Antigua indígena y española, un trozo de pasado en el corazón de América.


Por hoy me despido y recuerden: Comentar es agradecer. Si les ha gustado por favor ayúdenme a compartir. Si les interesa seguirme @Pam_Snz en Twitter. Si no les ha gustado esperen la próxima entrada y me comentan.

That's all folks!

2 comentarios:

  1. Creo que ni esforzandome podría lograr comprender en su totalidad lo maravillosa que llego a ser esta experiencia, pero creeme que solo con tu relato he logrado estar un poquito mas cerca del lugar que nos regalo a tan gran compositor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Teffy!! La verdad caminando por las calles de Antigua uno puede entender de donde le vino tanta inspiración :) De verdad gracias por leerme.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...